Spaghetti all’assassina: la receta más crujiente y atrevida de la cocina italiana

Los spaghetti all’assassina no son una receta cualquiera. Son un plato con historia, origen callejero y un nombre que no pasa desapercibido. Esta especialidad de la ciudad de Bari se cocina directamente en la sartén, con salsa de tomate picante y sin pasar por la olla. ¿El resultado? Una pasta crujiente, intensa y ligeramente caramelizada que no se parece a ninguna otra.

En esta ocasión, nos inspiramos en la versión del chef Gianni Pinto, que conoce bien la esencia de Puglia y le añade su toque personal sin perder la autenticidad. Hoy te contamos cómo hacer spaghetti all’assassina en casa, con ingredientes sencillos y una técnica diferente. Ideal para quienes aman la cocina italiana más genuina, pero buscan un giro inesperado. ¿Te atreves con la receta más asesina del recetario italiano? ¡Sigue leyendo!

Tiempo de cocción

30'

Raciones

2

Dificultad

Baja

Ingredientes

  • 200 gr Spaghetti Garofalo

  • 300 ml salsa de tomate

  • 1 cucharada de concentrado de tomate

  • 1 diente de ajo

  • 2 guindillas

  • Aceite de oliva virgen extra (AOVE)

Productos Garofalo

Preparación

spaghetti all’assassina - sofrito
1-

Sofreímos ajo y guindilla

En una sartén amplia, añadimos un buen chorro de aceite de oliva virgen extra y calentamos a fuego medio. Incorporamos un diente de ajo y dos guindillas, dejando que se doren ligeramente para que liberen todo su aroma.

Este primer paso es clave: crea la base picante y fragante de los spaghetti all’assassina. No te saltes el fuego suave ni tengas prisa; cuanto más lentamente se infusiona el aceite, más sabor tendrá la receta.

2-

Incorporamos el tomate

Añadimos a la sartén una cucharada de concentrado de tomate y los 300 ml de salsa de tomate. Mezclamos bien con el aceite aromatizado y dejamos reducir durante unos minutos, hasta que la salsa espese ligeramente.

El tomate debe perder su acidez y ganar densidad. Una buena reducción es el secreto para que la pasta se caramelice después sin quedar aguada. Aquí empieza a construirse el carácter del plato.

3-

Cocinamos la pasta en crudo

Este es el paso que rompe las reglas: añadimos los spaghetti crudos directamente a la sartén. No los hiervas antes. La pasta se cocinará absorbiendo la salsa de tomate poco a poco, como si fuera un risotto.

No remuevas demasiado. Lo ideal es que los spaghetti se peguen ligeramente al fondo para crear zonas tostadas. Esa textura crujiente es lo que hace única a esta receta. Si te da miedo, baja un poco el fuego, pero no lo evites.

4-

Hidratamos poco a poco

Cuando veas que la pasta empieza a secarse, incorpora agua de tomate caliente en pequeñas cantidades. Deja que la pasta la absorba por completo antes de añadir más. Así conseguirás una cocción uniforme y un sabor más profundo.

Esta técnica recuerda al risotto: paciencia, fuego controlado y pocos movimientos. La pasta debe quedar al dente, pero bien impregnada del tomate, con ese punto caramelizado tan característico.

spaghetti all’assassina - emplatado
5-

Servimos bien tostado

Cuando los spaghetti estén cocinados, con bordes ligeramente crujientes y centro jugoso, retíralos del fuego. Sirve directamente en el plato, sin añadir queso ni adornos: esta receta no lo necesita.

El resultado es una pasta intensa, picante y adictiva, perfecta para quienes buscan sabores auténticos y con alma. Cada bocado es una sorpresa: crujiente, profundo, irresistible.

Trucos de cocina

No remuevas demasiado

En esta receta, menos es más. Al contrario que otras pastas, los spaghetti all’assassina no se mezclan continuamente. Lo ideal es dejarlos quietos para que se caramelicen y se peguen un poco al fondo.

Ese punto ligeramente tostado es lo que hace que esta receta destaque. Remover demasiado impide que se forme la corteza crujiente que da personalidad al plato.

Utiliza agua caliente con sabor

Para hidratar la pasta mientras se cocina, no uses agua normal. Lo mejor es preparar una “agua de tomate” caliente: mezcla agua con un poco más de salsa o concentrado de tomate y una pizca de sal.

Esto potencia el sabor sin diluir la intensidad del plato. Cuanto más aromática sea esa agua, más profundidad tendrá la pasta.

Controla el fuego con atención

El fuego debe ser medio-alto, pero siempre bajo vigilancia. Si está demasiado bajo, la pasta no se carameliza. Si es muy alto, corres el riesgo de que se queme antes de estar cocida.

Lo ideal es encontrar el equilibrio: una base ligeramente tostada, con bordes crujientes y corazón al dente. Ajusta el fuego según tu sartén y no te alejes.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar otra pasta que no sea spaghetti?

La receta tradicional se hace con spaghetti, pero también puedes probar con linguine, bucatinio incluso rigatoni si te apetece innovar. Eso sí, deben ser pastas secas y firmes.

Evita pastas frescas o muy finas, ya que no aguantarán la cocción directa en la sartén y podrían romperse o pasarse antes de tostar.

¿Es muy picante esta receta?

Depende del gusto y de las guindillas que uses. Con dos guindillas, como en la receta original, el plato tiene un picante medio, que realza el sabor pero no abrasa.

Si prefieres una versión más suave, puedes usar solo una o retirar las semillas. Lo importante es que el picante no oculte la intensidad del tomate.

¿Por qué se llama “spaghetti all’assassina”?

El nombre significa literalmente “espaguetis a la asesina”. Según la leyenda, la primera vez que alguien los probó dijo que el sabor era tan intenso que era “mortal”. Desde entonces, el nombre quedó para siempre.

Más allá de la anécdota, es una receta con mucha personalidad, nacida en Bari, que se ha hecho famosa por su técnica única y su carácter atrevido.

Conclusión: una receta para valientes amantes de la pasta

Los spaghetti all’assassina no son solo un plato, son una declaración de intenciones. Con su sabor intenso, su textura crujiente y su técnica poco convencional, esta receta nos demuestra que la cocina italiana aún tiene ases bajo la manga. Es perfecta para quienes disfrutan experimentando y no le temen a una buena dosis de carácter en su plato.

Desde Garofalo, nos encanta compartir recetas que conectan con la tradición pero se atreven a ir más allá. Y esta es una de ellas. Estamos seguros de que una vez la pruebes, no será la última vez que la prepares. ¡Cuidado, que engancha!

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