Linguine con anchoas: receta italiana con mantequilla y limón

¿Buscas una receta de linguine con anchoas que sorprenda por su sencillez y sabor? Hoy te traemos una propuesta irresistible: linguine con anchoas del Cantábrico, mantequilla y un toque de limón. Una combinación equilibrada y elegante que eleva la pasta a otro nivel. Perfecta para quienes valoran la calidad de los ingredientes y el placer de cocinar en casa con productos auténticos.

Hemos preparado esta receta con nuestros linguine, ideales para lograr una textura perfecta y una cocción impecable. Si te apasiona la cocina italiana, esta receta te va a conquistar desde el primer bocado. Además, es tan sencilla como sofisticada: en menos de veinte minutos tendrás un plato digno de restaurante gourmet. ¿Nos acompañas a descubrir cómo hacer linguine con anchoas paso a paso?

Tiempo de cocción

20'

Raciones

2

Dificultad

Baja

Ingredientes

  • 200 gr linguine Garofalo

  • 60 gr anchoas del cantábrico

  • 60 gr mantequilla

  • Ralladura de medio

  • Sal

  • Pimienta

Productos Garofalo

Preparación

linguine con anchoas
1-

Preparamos los ingredientes

Antes de encender el fuego, organizamos todos los ingredientes que vamos a utilizar. Vamos a trabajar con linguine Garofalo, anchoas del Cantábrico, mantequilla, un toque de ralladura de limón, sal y pimienta. Esta es la base de una receta sencilla, pero llena de matices.

Disponer de los ingredientes a la vista nos ayuda a cocinar con más calma y precisión. En este tipo de elaboraciones rápidas, la preparación previa lo es todo. Saca las anchoas del frigorífico unos minutos antes para que se atemperen y puedas trabajarlas mejor.

linguine con anchoas coccion
2-

Cocemos la pasta

En una olla grande, llevamos a ebullición abundante agua. Cuando empiece a hervir, añadimos sal y, acto seguido, incorporamos los linguine Garofalo. Respetamos el tiempo de cocción indicado en el paquete, pero con una pequeña trampa: vamos a retirarlos tres minutos antes de lo que marca la etiqueta.

Queremos que la pasta termine de cocerse dentro de la salsa, para que absorba todos los sabores del plato. Mientras tanto, reservamos un poco del agua de cocción: nos servirá para crear una salsa emulsionada y sedosa, perfecta para este tipo de recetas.

Linguine con anchoas del cantabrico y mantequilla, preparacion base
3-

Preparamos la base de la salsa

En una sartén amplia, a fuego suave, derretimos la mantequilla sin que llegue a dorarse. Añadimos las anchoas del Cantábrico y una cucharada del agua caliente de cocción que habíamos reservado.

Al contacto con el calor, las anchoas se deshacen lentamente, liberando su sabor umami. La clave está en remover suavemente, ayudando a integrar bien la mantequilla con las anchoas, hasta obtener una mezcla homogénea y aromática.

Linguine con anchoas del cantabrico y mantequilla, mezclar
4-

Integramos la pasta y terminamos la cocción

Cuando falten tres minutos para completar la cocción, escurrimos la pasta y la incorporamos directamente a la sartén con la salsa. Removemos con cuidado, dejando que los linguine con anchoas se impregnen del sabor. Este paso se conoce como "mantecar", y es esencial en la cocina italiana.

Si vemos que la salsa se seca, añadimos un poco más del agua de cocción. Es importante que la pasta quede jugosa, pero no líquida. Mantenemos el fuego medio-bajo y cocinamos hasta alcanzar el punto perfecto. Al final, añadimos un poco de pimienta recién molida al gusto.

linguine con anchoas emplatado
5-

Emplatamos con ralladura de limón

Servimos los linguine con anchoas en un plato llano, dándoles una forma elegante con la ayuda de unas pinzas o un tenedor. Por encima, añadimos ralladura de medio limón, que aporta frescura y equilibra el sabor intenso de la salsa. Este toque cítrico es lo que transforma la receta en una experiencia completa.

Podemos terminar con un chorrito de aceite de oliva virgen extra si queremos redondear el plato. Y ahora sí: tenemos delante una receta con pasta y limón tan sencilla como deliciosa, perfecta para una cena especial o para sorprender sin complicaciones. ¡A disfrutar!

Trucos de cocina

No todas las mantequillas son iguales

El sabor de esta receta depende en gran parte de la calidad de la mantequilla. Recomendamos utilizar una mantequilla sin sal y de buena calidad, preferiblemente con un alto contenido graso. Las mantequillas artesanales o de origen europeo suelen ofrecer un sabor más profundo y una textura más cremosa.

Evita las mantequillas con aditivos o aceites vegetales añadidos. El objetivo es que la salsa emulsione bien al contacto con el agua de cocción y las anchoas, creando una base suave y sabrosa.

El agua de cocción es oro líquido

A veces cuando cocinamos pasta tiramos el agua al escurrirla. Pero en este caso, una o dos cucharadas de ese líquido son esenciales para conseguir una salsa brillante y bien ligada. El almidón de la pasta ayuda a emulsionar la mantequilla con las anchoas.

Guarda siempre un poco antes de escurrir. Si notas que la salsa queda demasiado densa, añadir un poco más de agua caliente puede devolverle la textura perfecta, sin perder sabor.

Trucos de cocina

Controla el fuego en todo momento

La clave para que las anchoas no se quemen ni amarguen es mantener el fuego bajo durante la preparación de la salsa. Al ser tan delicadas, una temperatura alta puede arruinar el sabor en cuestión de segundos. Queremos que se deshagan lentamente, no que se frían.

Además, al terminar la cocción de la pasta en la sartén, es mejor trabajar con fuego medio-bajo para que no se pase de punto. La idea es cocinar con calma, controlando cada paso para no estropear los matices del plato.

¿Puedo sustituir las anchoas del Cantábrico por otras?

La receta está pensada para destacar el sabor intenso pero delicado de las anchoas del Cantábrico, conocidas por su textura suave y bajo nivel de sal. No obstante, si no las encuentras, puedes usar otras de buena calidad, siempre en conserva de aceite de oliva.

Evita las anchoas excesivamente saladas o secas, ya que pueden dominar el plato. Lo ideal es buscar anchoas fileteadas, carnosas y con buen equilibrio de sabor, que se integren bien con la mantequilla y la pasta.

¿Qué tipo de limón es mejor para esta receta?

Usamos solo la ralladura de medio limón, así que lo más importante es que sea un limón fresco, preferiblemente ecológico o sin tratar, para evitar residuos de cera o pesticidas en la piel. La ralladura aporta un toque aromático sin acidez.

Es fundamental no pasarse con la cantidad. Un exceso de limón puede tapar el sabor de las anchoas. Un toque sutil marca la diferencia y convierte esta receta en algo elegante y equilibrado.

¿Qué otras pastas puedo usar si no tengo linguine?

El linguine es perfecto por su forma plana y alargada, que retiene bien la salsa. Si no tienes linguine, puedes sustituirlo por espaguetis o tagliatelle, preferiblemente de trigo duro y con buena capacidad de absorción.

Eso sí, el resultado final puede variar en textura y presentación. Nuestra recomendación es mantener la calidad del producto como punto clave, eligiendo siempre una pasta con buena cocción y sabor auténtico.

Conclusión: una receta sencilla con alma italiana

Preparar estos linguine con anchoas es una forma deliciosa de acercarnos a la cocina italiana más auténtica. Con solo unos pocos ingredientes, conseguimos un plato lleno de sabor, equilibrio y personalidad. Lo mejor es que no necesitas ser un chef profesional para lograr un resultado espectacular. La clave está en la calidad de cada elemento y en respetar los tiempos y pasos de la receta.

En Garofalo creemos que cocinar bien es cocinar con cariño, con buenos productos y con ganas de disfrutar. Esperamos que esta receta se convierta en un clásico en tu cocina, como ya lo es en la nuestra. ¡Que aproveche!

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