Receta de pasta casarecce con burrata y salsa romesco

¿Buscas una receta de pasta con burrata que combine cremosidad y un toque ahumado? Te presentamos un plato que fusiona lo mejor de la tradición italiana con el carácter inconfundible de la salsa romesco. Las casarecce Garofalo, con su forma única y rústica, son perfectas para atrapar cada matiz de sabor, desde la suavidad de la burrata hasta la intensidad de las ñoras y almendras tostadas.

En esta receta, te enseñamos a preparar una salsa romesco casera con ingredientes de calidad, a cocinar la pasta al dente y a lograr una fusión perfecta entre texturas y aromas. Un plato sencillo pero sofisticado, ideal para quienes disfrutan de la auténtica cocina italiana. ¡Sigue leyendo y descubre cómo hacerlo paso a paso!

Tiempo de cocción

45'

Raciones

2

Dificultad

Media

Ingredientes

  • 200 gr casarecce Garofalo

  • 1 burrata

  • 2 ñoras

  • 2 tomates

  • 1 guindilla

  • 1 rodaja de pan

  • 70 gr almendras fritas

  • Aceite de oliva (AOVE)

  • 1 diente ajo

  • Sal

  • Pimienta

  • Albahaca (unas hojas)

  • Pimienta negra

Productos Garofalo

Preparación

1-

Preparación de los ingredientes

Antes de empezar a cocinar, es fundamental preparar bien los ingredientes. Comenzamos con las ñoras, que necesitan ser rehidratadas para liberar todo su sabor. Sumérgelas en agua caliente durante al menos 30 minutos.

Mientras tanto, corta los tomates por la mitad y pela el diente de ajo. También corta una rodaja de pan y ten listas las almendras fritas. Este paso es clave para que el romesco tenga la textura y el sabor característico.

2-

Elaboración de la salsa romesco

Enciende el horno a 180 grados y coloca en una bandeja los tomates, el ajo y el pan. Añade un chorrito de aceite de oliva virgen extra (AOVE) y hornea durante 10 minutos. Retira el ajo y el pan antes de que se tuesten demasiado y deja que los tomates continúen en el horno hasta que estén bien dorados y asados.

Una buena salsa romesco marca la diferencia en esta receta. Para ello, coloca en un procesador de alimentos los tomates asados, el ajo, el pan tostado y las almendras. Añade las ñoras ya rehidratadas y escurridas, un toque de sal y pimienta negra. Tritura todo hasta obtener una salsa espesa y homogénea. Si lo prefieres, puedes añadir un poco más de AOVE para conseguir una textura más suave y untuosa.

El resultado debe ser una salsa con un ligero toque dulce de las almendras y un fondo ahumado gracias a las ñoras. Puedes probar y ajustar la sazón a tu gusto. Este romesco casero aportará un contraste exquisito a la cremosidad de la burrata y envolverá cada trozo de casarecce con su sabor inconfundible.

casarecce con burrata y salsa romesco-coccion
3-

Cocción de la pasta

El siguiente paso es cocinar la pasta casarecce Garofalo en su punto ideal. Prepara una olla grande con abundante agua para cocinar la pasta Garofalo. Cuando el agua de la olla hierva, añade una cantidad generosa de sal. Incorpora los casarecce y remueve ligeramente para que no se peguen.

Respeta el tiempo de cocción indicado en el paquete, pero retira la pasta dos minutos antes de que esté lista. De esta forma, terminaremos su cocción junto con la salsa, permitiendo que absorba todos los matices del romesco. Antes de escurrirla, reserva un par de cucharadas del agua de cocción para ayudar a ligar la salsa más adelante.

Casarecce-con-burrata-y-romesco-mezclar
4-

Mezcla y fusión: la magia en la sartén

En una sartén amplia, calienta la salsa romesco con unas hojas de albahaca fresca y un poco del agua de cocción de la pasta. Remueve suavemente para integrar los sabores. Cuando la salsa esté caliente, añade los casarecce directamente a la sartén y mezcla bien.

Este proceso, conocido como "mantecare", permite que la pasta absorba mejor la salsa y gane cremosidad. Cocina durante un par de minutos a fuego medio, removiendo constantemente. Si es necesario, añade un poco más de agua de cocción para lograr la textura perfecta. El objetivo es que la salsa cubra cada pieza de pasta sin que quede seca ni demasiado líquida.

casarecce con burrata y salsa romesco-servir
5-

El toque final: servir y disfrutar

Es el momento de emplatar. Sirve la pasta con su salsa romesco bien integrada y coloca en el centro una burrata fresca. Para potenciar su sabor, ábrela ligeramente con un cuchillo y deja que su interior cremoso se funda con la pasta. Añade un chorrito de AOVE de calidad y una pizca de pimienta negra recién molida.

Para la presentación final, decora con unas hojas de albahaca fresca, que aportarán un aroma irresistible. Ahora solo queda disfrutar de este plato equilibrado, donde la textura al dente de los casarecce Garofalo, la cremosidad de la burrata y la intensidad del romesco se combinan a la perfección. ¡Buon appetito!

Consejos de cocina

La burrata: cómo integrarla mejor en la pasta

La burrata es el toque final de esta receta, y su cremosidad debe integrarse con la pasta sin perder su textura. Para ello, es importante sacarla del frigorífico al menos 15 minutos antes de servirla. De esta forma, alcanzará una temperatura ambiente óptima y se derretirá ligeramente al contacto con la pasta caliente.

Otro truco es abrir la burrata justo antes de servir y colocarla sobre la pasta aún caliente. Si prefieres que se funda un poco más, puedes calentarla ligeramente en la sartén con la pasta durante unos segundos, sin cocinarla en exceso para que conserve su textura cremosa.

Cómo conseguir una salsa romesco cremosa y equilibrada

El secreto de una salsa romesco bien equilibrada está en la proporción de ingredientes y en su emulsión. Para lograr una textura cremosa pero con cuerpo, es clave triturar bien los ingredientes en un procesador de alimentos o con una batidora potente. Si la salsa queda demasiado espesa, puedes añadir un poco más de AOVE o agua de cocción de la pasta.

Si prefieres una textura más rústica, puedes triturar los ingredientes con un mortero en lugar de una batidora. Esto resaltará los matices de las almendras y las ñoras, dándole un toque más tradicional y casero a la receta.

El punto perfecto de la pasta: cómo lograrlo

La clave para una pasta al dente está en respetar los tiempos de cocción y en la técnica de finalización en la sartén. Lo ideal es retirar los casarecce dos minutos antes de lo indicado en el paquete y terminarlos junto con la salsa. Así, la pasta absorberá los sabores sin perder su firmeza.

Otro truco esencial es no enjuagar la pasta después de escurrirla. El almidón que libera ayuda a ligar mejor la salsa y lograr una textura más cremosa. Además, reservar un poco del agua de cocción permite ajustar la consistencia de la salsa sin diluir su sabor.

Preguntas frecuentes

¿Puedo usar otra variedad de pasta en lugar de casarecce?

Sí, aunque los casarecce Garofalo son ideales para esta receta por su forma retorcida, que atrapa la salsa romesco a la perfección, puedes optar por otras variedades de pasta corta. Los fusilli, los rigatoni o los penne también funcionan bien, ya que tienen superficie suficiente para adherir la salsa.

Si prefieres pasta larga, unos tagliatelle o spaghetti pueden ser una buena opción, aunque cambiarán ligeramente la experiencia en boca. La clave está en elegir una pasta de calidad y respetar siempre la cocción al dente.

¿Se puede preparar la salsa romesco con antelación?

¡Por supuesto! La salsa romesco es perfecta para preparar con anticipación, ya que los sabores se intensifican con el reposo. Puedes hacerla con uno o dos días de antelación y guardarla en un recipiente hermético en el frigorífico.

Cuando vayas a usarla, simplemente caliéntala en la sartén con un poco de agua de cocción de la pasta para devolverle su textura cremosa. También puedes utilizar esta salsa para acompañar carnes, pescados o incluso como dip para pan tostado.

¿Puedo sustituir la burrata por otro queso?

Sí, aunque la burrata aporta una cremosidad única, existen otras opciones que pueden funcionar bien en esta receta. La stracciatella (el interior de la burrata) es una alternativa excelente si quieres potenciar aún más la suavidad del plato.

Si prefieres un queso con más carácter, puedes probar con ricotta fresca o incluso con un queso de cabra suave. Para un toque más intenso, un poco de parmesano rallado o pecorino puede ser una opción interesante, aunque el resultado será menos cremoso.

Conclusión: una receta gourmet con el auténtico sabor italiano

Las casarecce con burrata y salsa romesco son una prueba de cómo la cocina italiana puede fusionarse con ingredientes mediterráneos para crear un plato sofisticado pero fácil de preparar. La combinación de la pasta al dente, la cremosidad de la burrata y la intensidad de la salsa romesco logra un equilibrio de sabores que sorprenderá en cada bocado. Además, al usar pasta Garofalo, garantizamos una textura y calidad excepcionales, dignas de un plato gourmet.

Esta receta es ideal para quienes buscan una experiencia gastronómica auténtica, llena de matices y con un toque artesanal. Siguiendo estos pasos y consejos, cualquier amante de la pasta podrá disfrutar de un plato digno de la mejor trattoria italiana en la comodidad de su hogar. ¿Te animas a probarla? Prepara los ingredientes, ponte el delantal y disfruta de la magia de la buona cucina. ¡Buon appetito!

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