26-07-2021
Garofalo presenta su primer Informe de Sostenibilidad
Una etapa importante en la trayectoria de la empresa para contar cómo la sostenibilidad está presente en la actividad de la histórica fábrica de pasta de Gragnano.
Pastificio Garofalo se enorgullece de anunciar la publicación de su primer Informe de Sostenibilidad, redactado en colaboración con Lifegate, de conformidad con los «Global Reporting Initiative Sustainability Reporting Standards» definidos en 2016 por la Global Reporting Initiative (GRI), la institución de referencia de mayor alcance en el ámbito internacional que promueve el desarrollo de una presentación de cuentas voluntaria sobre cuestiones económicas, medioambientales y sociales.
El informe es el segundo en la historia de la empresa, que, sin embargo, ha optado por tomar la edición de 2019 como el momento de toma de conciencia interna acerca de las propias fortalezas y debilidades, para, a continuación, poner a disposición del público en general la presentación de cuentas de 2020, tras haber hecho frente a los temas más relevantes surgidos de la primera evaluación.
«2020 ha sido un año fuera de lo común que ha dejado una profunda huella en la vida de todos nosotros. Precisamente en dicho año, tan particular, es cuando quisimos publicar nuestro primer Informe de Sostenibilidad, que, de alguna manera, supone un reto para nosotros mismos: en virtud de los valores de nuestros orígenes, gracias a los cuales nos distinguimos, además de por la calidad, por la innovación, la transparencia, el respeto por la diversidad y nuestra pasión, queríamos responder, de hecho, con gestos concretos, a las peticiones de nuestros consumidores, que cada vez se muestran más conscientes y preocupados por lo que se llevan a la mesa», comenta Massimo Mena, administrador delegado de Pastificio Garofalo. «Todo ello en consonancia con nuestro compromiso diario para poner sobre la mesa de nuestros consumidores una pasta única e inconfundible».
A través de un proceso de análisis sustancial, que ha permitido identificar los temas relativos a la sostenibilidad de mayor relevancia para Garofalo y sus partes interesadas, se han identificado los tres principales ámbitos de acción para la sostenibilidad de Garofalo:
– Productos seguros y de calidad, gracias a una materia prima de elevadísima calidad cuidadosamente seleccionada y que se supervisa y controla en cada fase de su elaboración, según un proceso productivo que se nutre de antiguas experiencias, fruto de los resultados de una investigación continua y de una interpretación original del sabor.
– Poner el foco en las personas, tanto en términos de un compromiso continuo con los propios empleados, que cada día hacen posible, con su dedicación, el desarrollo de nuestras actividades respetando los valores empresariales, como prestando una gran atención a la colectividad, con la que nuestra fábrica de pasta dialoga constantemente para construir relaciones de valor que perduren en el tiempo.
– Respeto por el medioambiente, del cual la fábrica de pasta extrae sus recursos esenciales, esforzándose por reducir su impacto medioambiental, prestando atención al consumo energético, a las emisiones y a los materiales que se emplean y a la adecuada gestión de los residuos.
CÓMO SE HACE GAROFALO
Para Garofalo, la atención a la calidad, la trazabilidad y la seguridad alimentaria se refleja en un control continuo de los productos y de los procesos, tanto en nuestras instalaciones como en las de los proveedores, una atención que se pone en valor por medio de actividades de información y sensibilización dirigidas a nuestros consumidores con un proyecto de transparencia que fue publicado en 2018 en el sitio web comesifagarofalo.it. La sémola con que se produce la pasta Garofalo procede de molinos que, además de ser una garantía de calidad, también están lo más cerca posible, con el fin de hacer el transporte más eficiente y de minimizar los impactos medioambientales. Además, en 2020 Garofalo incorporó una estructura de silos de almacenamiento situada en Apulia, que permitirá a la empresa mejorar la selección de partidas de trigo italiano de la más alta calidad. De hecho, hoy en día la política de aprovisionamiento de la materia prima se concentra principalmente en el trigo procedente de Italia y de Arizona, las dos zonas geográficas que, en este momento, garantizan la calidad Garofalo, el respeto del medioambiente y los niveles de seguridad alimentaria más elevados.
Para todas sus actividades, Garofalo elige a los mejores productores italianos que estén lo más próximos posible a las instalaciones de la empresa: así, en 2020 los proveedores italianos representaban el 89,1 % (en comparación con el 85,3 % de 2019) del gasto total, con aproximadamente un 15 % de proveedores de Campania.
LAS PERSONAS
Garofalo siempre se ha esforzado por adoptar todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad en el lugar de trabajo, promover un ambiente inclusivo (en los 2 últimos años Garofalo ha estado entre los 20 finalistas del premio Diversity & Inclusion Brand Award) y facilitar la conciliación entre la vida laboral y la personal.
A fecha de 31 de diciembre de 2020, los empleados de Pastificio Garofalo eran 215, un 6,4 % más que en 2019, gracias al desarrollo constante del negocio. En Garofalo hay 32 mujeres empleadas, lo que corresponde a un 14,9 % de todo el personal (un 33,3 % más que en 2019), las cuales desempeñan funciones importantes y con capacidad de decisión tanto en el laboratorio como en la producción, dos sectores en los que históricamente predominan los hombres.
A pesar de haber sido un año difícil, en 2020 las contrataciones aumentaron en un 35,7 % con respecto al año anterior: hay 19 nuevos empleados, de los cuales, 16, lo que representa el 84 % de las contrataciones, tienen menos de 30 años, lo cual demuestra la voluntad de Garofalo para acoger a los jóvenes y reconocer el valor añadido que estos pueden aportar a la empresa.
EL MEDIOAMBIENTE
La calidad de los productos Garofalo es una prioridad imprescindible que está directamente relacionada con el cuidado del medioambiente. Pastificio Garofalo está continuamente en búsqueda de medidas adecuadas para reducir su consumo energético e incrementar el uso de fuentes de energía alternativa y renovable. En 2020, la planta consumió 26 684 746 kWh de energía, de los cuales aproximadamente el 71 % fue autoproducido a través de una planta de cogeneración y el 1,1 % a través de una instalación fotovoltaica. Tras el aumento de la producción registrado en 2020 para hacer frente a la creciente demanda de bienes de primera necesidad como la pasta, la cuota de energía eléctrica adquirida alcanzó el 28 %, frente al 20 % de 2019. Por consiguiente, se iniciaron los trámites administrativos necesarios para aumentar la capacidad de autoproducción de energía de forma que se superasen incluso las cuotas anteriores, por los que el cogenerador podría llegar a cubrir hasta el 90 % de las necesidades de energía eléctrica. Entre los proyectos previstos se contemplan la instalación de un nuevo sistema de trigeneración y la ampliación del parque fotovoltaico, que garantizarán el suministro de toda la energía eléctrica necesaria y una cuota sustancial de energía térmica.
Además, consciente de la importancia de los materiales empleados para el envasado de los productos en un sector como el de la alimentación, desde hace casi 15 años Pastificio Garofalo se decanta por envases secundarios de papel reciclado, procedente del reciclaje de empresas y ciudadanos de la región de Campania. Estos materiales están sujetos a un análisis de ciclo de vida (ACV) y cuentan con la certificación Forest Stewardship Council (FSC), asociación que identifica la madera procedente de bosques gestionados de manera responsable. En 2020, se evitó el equivalente a 350 toneladas de emisiones de CO2.Para el envasado primario, en cambio, se prefirió el uso del plástico, a la vista de la total transparencia que caracteriza a Garofalo. El plástico también es un material óptimo para garantizar y preservar las características químicas y físicas de la pasta y su seguridad alimentaria y, así, asegurar que el producto llega a las manos de los consumidores exactamente igual que sale de las instalaciones de la empresa.
Sin embargo, consciente del impacto del plástico en el medioambiente, aunque el usado por Garofalo sea reciclable al 100 %, la empresa no deja nunca de buscar soluciones alternativas. Entre tanto, la fábrica de pasta se esfuerza por allanar el camino del consumidor final hasta el reciclaje, gracias a comunicaciones fácilmente compresibles sobre el método de eliminación de residuos.
De hecho, Garofalo reconoce la importancia de una gestión responsable de los residuos producidos en todas las actividades y trata de favorecer, en la medida de lo posible, el reciclaje de los residuos, para disminuir las cantidades depositadas en vertederos. La mayor parte de los residuos se compone de desechos de embalaje (plástico y cartón), que principalmente se reciclan.
La pasta no genera grandes cantidades de residuos e incluso los desechos del procesamiento se pueden recuperar, por ejemplo, transfiriéndolos a la cadena de piensos o alimentos para mascotas como subproductos de uso zootécnico. Así, en 2020 se recuperaron 10 778 toneladas de residuos, frente a las 5 475 toneladas de 2019. Otros valiosos proyectos de economía circular en esta dirección son las pajitas de pasta, las cuales Garofalo viene produciendo desde 2015, abasteciendo a bares y restaurantes, junto con una caja de papel reciclado en la que recoger las pajitas utilizadas. Desde 2019 Garofalo también colabora en un revolucionario proyecto de innovación alimentaria, I’mpasta, una especie de masa madre elaborada con trigo duro o sin gluten procedente de los restos de la elaboración de pasta con la que producir diversos tipos de masa.
«Somos conscientes de que lo que hemos hecho hasta ahora es solo el comienzo de un camino de desarrollo y mejora continua: afrontamos este reto como una oportunidad, conscientes de poder contribuir, con nuestras sencillas acciones diarias, a construir un futuro mejor para las generaciones venideras», concluye Menna.
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